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jueves, 27 de marzo de 2014

Quería ser poeta

... ¡Y yo quería ser poeta/
    para cantarte bellos himnos!
...¡No pude!
Aquí estoy
    con  versos torpes
        de la tristeza y el dolor
de reinos destruidos/
quebrados cetros/
en el pensamiento de este rey
    de sólo ensueños.

¡Oh, temerario corazón que no sabe de imposibles!
    ¡Loco corcel sin sentido del abismo!

Sin embargo    yo podría vencer la soledad...
    (contigo)
        ganar batallas con sólo las caricias de tus manos.

Es tu prerrogativa mi obediencia
    al chasquido de tus dedos
        para construírte nuevos mundos
            desde la musa ardiente de tu sangre.
        Levantar esos reinos milenarios de héroes abatidos.
       Vitalizar esperanzas aletargadas.

Amada mía
    porque puedo sentir es que camino/
        sobre tus ojos/ sobre tu cuerpo/
            aunque seas aire/ aunque seas agua/

Yo puedo lamer
    tu sonrisa tibia
        que se trepa
            sobre la piel de mi corazón/
        Puedo besar tus plantas
            con mi espíritu
        aunque estés
            tan distante de mis cielos.

Quería yo    ser poeta
    y ya está seca/
        la hoja ruda de mi pluma.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

sábado, 15 de marzo de 2014

Es cierto

Los cristales están rotos
donde no se ven
    las palabras ciegas
        de mi corazón hundido.

Y aunque no creas
    esto es cierto...
esto del amor y el tambor añicos...
Y es cierto que llueve
    sobre estos cristales
        aunque no llueva.

Puedes enterarte además/
    que mi mente no teje fantasmas
que es cierto aquello del sentimiento/
que callan los truenos por dentro/
...Que pongo escaleras
    sólo para alcanzarte.

Hasta aquí domino el silencio...
   para que vivas...
        ¡Por Dios, nada menos!

Compruebo que es cierto...
Es cierto esto de la muerte lenta
    donde entre nubosas agonías
        las preguntas borbotean.

...¡Para qué mis versos
    si no cantan en tu pecho!
Para qué
    la  luz/    del poema/
        si no alumbra el verdadero.
Para qué...
Para qué mi siembra de colores
    en las paredes...
cuando no sé     si van tus ojos
    a donde mi amor te habla.

No.
No es juego.
Son ciertas las preguntas
    como esto que se clava en el pecho
        sin sangrar la piel.

Bueno...
Como cierto es
esta lluvia buena del desahogo
que ahora sí
    moja paredes y vidrieras...
y también mi rostro.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

lunes, 3 de marzo de 2014

La tarde cómplice

Se encendió en crepúsculo la tarde
    cuando ya no estabas
y en tropiezo de sombras
    sucumbí a tu ausencia. 

Rodó la tarde en pasillos largos
    túneles de oscuridades quietas...
        y me habló con su voz silente. 

Desde sus banderolas
    los salones me espiaron discretos...
        y entre tanto
            de ti me habló la tarde
        desde su corazón misterioso    al mío.

Cayó mi sombra cabizbaja/
mis brazos rendidos/
mi rostro en bandejas
    de fríos pasamanos/
Metales hirientes
    de brumosas escaleras.

En sollozos    sordos
    confundí
        una voz rumorosa...

Resignada a la noche
la tarde cómplice
    consoló mi quimera
        acarició mi esperanza. 

¡Oh, esperar de nuevo!...
¡Un día siguiente
    para los besos rescatados!
¡Para liberar en júbilo
    a nuestros prisioneros esplendores! 

Autor: Juan Carlos Luis Rojas


martes, 20 de marzo de 2012

No hay adiós


No permitas/
que la humedad de la tristeza
    ascienda/   
por los capilares dolidos del alma.

No permitas que te entristezca
    la palabra cortante del adiós...
porque no hay adiós.

El amor
    siempre ronda el mundo
        en la fresca sintonia del espíritu.
Ese amor
    no sabe/
de dioses ególatras
    ni de caminos perdidos.

A partir de ahora/
a partir de hoy/
pon en tus manos las flores
    que generosas se inclinan a tu paso.
No dejes marchitarse
    la emoción valiente de la espera.
Dale una sonrisa
    aromada de tu luz
        al verdor de los anhelos.
Observa/
La vida es una aventura
    de paisajes infinitos/
Aunque pueden    a veces
sus follajes
herir al corazón.

¿Sientes la melancolía de violines
    que se mecen en el pecho?...
Yo también siento/
Dame entoces
    el placer de redoblar/
esta apuesta tambaleante
    de gorriones.

¡Suelta ahora!...
¡Suelta bajo tus pies
    esas semillas vacilantes del amor!
Recogerás los frutos/
Donde sea que vayas.
Donde sea que vuelvas.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 11 de marzo de 2012

Qué soñará el amor


¡A dónde irá el amor
    cuando se aparta
        del fuego que consume!

¿A dónde sus manos
cuando no están
    sobre las manos...
aquellas     de verdad amadas?

¡Dónde estará su deleite/
    cuando estalla en un corazón
        su ausencia!
    ...Sus oídos
        oyendo otra voz     quizás
            otra risa.

¿Sabrá de olvidos el amor?
    ¿En qué pensará
        cuando sus codos
            están sobre otra mesa
                y el río del día
                    lo arrastra en su vorágine?

¡Oh, qué soñará...
    cuando mis sueños le sueñan!

Autor: Juan C. L. Rojas

lunes, 18 de julio de 2011

Septiembre


Abría septiembre
    el dilatado campo de las fragancias y las luces.

El aire confesaba el amor de las flores
    y la fuerza combatiente
        de suspiros contenidos.

¡Y quién era yo para presentar batalla!...
¡Me rendía a lo bello
     redimido del temor!

Quién era yo para juzgar
    el sexo intempestivo en las esquinas/
 o la precocidad ostentosa de las jóvenes...

¿Sabré, acaso, si ha de florecer   
    de las ruinas
        lo silvestre inesperado?

Abierta sobre el cáliz
    la rosa no espera/
       no mezquina su candor
            ni su perfume.

¡Y por eso    los titanes sedientos de mi alma
    se bebieron tu sangre/
        con mi sangre!...
            y devorado fue tu corazón
     con el mío.

¡Oh, ciclópea del amor la pasión desbocada!
Galopó
     hacia la rosa más íntima de tu ser/
        y nací de nuevo
    con la esperanza de tus ojos
        con la rama perfumada de tu cuerpo.

¡Oh, verdor
    que colorea y sacia
         al hambriento otoño del espíritu y la carne!

¡Crepúsculo y aurora que se enlazan
    con los ávidos brazos de los amantes!

...Sé que volverá septiembre
    como vuelve la vida a los huertos.

Sé que volverá/
    trayendo libertad bendecida
        a la rosa fresca/
a la ignorada flor
    en el jardín de los reyes.

Volverá lo sé
    hecho dios del fuego y la ternura
        con el cáliz servido 
para el brindis real del amor.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 3 de abril de 2011

Tiempos mejores

A veces suena musical/    esperanzadora
    /alguna frase/
Sentida ilusión entra
    por la puerta ingenua del oído.

Vendrán tiempos mejores
    /dices/
Los adjetivos suavizan
    el negruzco sangrar
        y del pecho brota un suspiro.
Esa brisa suele ser
    /nada más/
        temblor de alas/    dolidas preguntas.
Preguntas que llevan en sus signos
    el gastado temor.

En las manos del recuerdo
    lo imposible es un viento
        que erosiona la piedra.
    ¡Mas el corazón sabe del espacio
y de la interminable expansión de la esperanza!

Divaga una sombra en el espíritu
    de la estrella que jamás se acercará.

En este desgarro y deriva gravitacional
    cae su peso curvo
        al negro embudo
    donde llovizna
/quizás pasajera/
    esta conjunción
        bendita
            de estrellas.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas  

jueves, 2 de diciembre de 2010

El gozo de verte

Que bueno es verte
     a pesar de todo...
de lo imposible
    que con puñales
        criba el alma.
A pesar del completo deseo
    y solo las migajas.

A veces es mezquina la vida
    y nos da
         nada más   nada menos/
 sus pequeños tesoros.

Que bueno es
    solo verte...
¡aunque arrimar su hocico
    quieren
los perros que aúllan
    en mi corazón!

Que bueno es verte
    aunque se gasten mis ojos, así...
y mi pecho de suspiros.
Que bueno es verte
    aún con el dolor
        de saber que partirás...
    que sufrirá ausencia
        la posibilidad perdida
            de enlazarse nuestras manos.

En tanto tus ojos    a sabiendas/
    no paran    en su fugaz mirada/
¡Llegan hasta el rincón
    donde te adoran mis sueños!
                     ...
Si rompo con mi silbo
    histriónico e indiferente
        en los patios desiertos
    mentiroso es mi andar
        mi cordura es falsa
pero...
¡tan real
    mi gozo de verte!

Autor: Juan C. L. Rojas

martes, 2 de noviembre de 2010

Canto del amante


Canto azul del amante
   que se vierte en las horas/
con destellos escondidos
   de festivas alboradas.

En un puño lleva
   la felicidad de un sueño
      y en el otro
         tristezas infinitas.

Cunden impotencias
   de alegrías que se truncan/
abruptas/
   sobre el corazón cansado.

Envejecer en juventud
   es la consigna/
con una bandera a cuestas
   de obcecadas esperanzas.

Suelen quedar melancolías
   tras el café que se esfuma
      y la ironía de la lluvia
         que empapa de nostalgias.

Es por el amor/
que este ser resigna
   epopeyas de auroras/
y es por el amor/
que puede cantarte
   el sentimiento de su piel
      y de su sangre.

Navego en el recuerdo de esta luz
   que me exilia del mundo
para dormirme
   en el laurel soñado de tu cuerpo/
para ver que nuestras sombras...
mutuas deambulan
   y se encuentran
      para estrecharse
         en el rincón fugaz
            de los abrazos.

Se arrebujan las fragancias/
de estas flores ardientes
   en los continentes desesperados
      del amor.

Me dejo caer
   como libre plumón
      de ave en cenizas.
Arranco el corazón
   y las alas de un sueño.
Arranco esta voz de Romeo
   y susurros dolientes.
Arranco este sentir
   que sigue aún
      latiendo en la piel.

Me dejo caer
   ahora
      como plumón sin dueño/
despojado
del aliento
y del llanto.  

Autor: Juan C. L. Rojas    

martes, 3 de agosto de 2010

Necesidad


Si acepto este silencio
    es para escuchar a tu corazón/
mientras descanzan sobre mi cabeza
    tus manos
        tus mejillas.

Si necesito este silencio
    es para escuchar tu voz/
que murmura
    no se qué tímidos sonidos.

Si quiero esta lluvia/
es para que se convierta
    en una muralla de libertad
        que nos oculte del mundo.

Si tengo esta melancolía/
es para desagitar la tristeza
    de saber que te irás.

Si necesitara la soledad/
no sería para estar solo/
sino para buscarte/
hallándote aquí/
dentro de mi pecho.

Autor: Juan C. L. Rojas

domingo, 18 de abril de 2010

Alas de pasión

Alas vehemente de pasión
    vuela mi sueño/
hacia un cielo de luz que nace
    verde  corazón
        de alegre primavera.

Amor    altar etéreo
    donde en dulzuras o tristezas
        suele    /irremisible/
            ofrendarse la vida.

Cóndor que vuela ingrávido
    escrutando las cumbres.


Alas de fuego.
Sueño incomprensible de los sueños.
Soledad de soledades.


En las alturas del alma
    golpea a veces
        el frío soplo de la tristeza.
Nieve y viento sobre las palabras calladas.
En la roca dura.
En las blandas nubes.


Destello rasante/    embebido de dicha/    el amor pasa.
En el cuerpo invisible del espíritu deja una estela/
Hálito benigno de luz
    que puede ser    inasible.


¡Ah, cuando te mira el amor
    derrama de sus ojos la miel del espíritu!
        Y sus alas de cóndor /    de paloma/    de fuego
despiertan tesoros ocultos/
    júbilos dormidos
        de voces secretas.

¡Decidida
    la temeraria candidez
        sube a sus alas!

Autor: Juan C. L. Rojas






martes, 1 de diciembre de 2009

Andén de los sueños

El prisma de la ventana
    mece los colores de la luz/
La luz elige
    los sillares resplandecientes
        donde se impregna/
    la perfumada piel 
de la pasión.


Es así que nuestros huesos
    saltean los peldaños de la angustia
porque se aviene
    el placer vivo de amar.

Los cristales esconden
    un murmullo de voces
        que susurran en la penumbra
            cuando acuña el aire/
        del amor/
    sus alas traviesas.

La prisa del mundo despega del andén
    pero nuestros sueños...
        ¡Oh, nuestros sueños!
    ¡En viaje de placer    van/
a ritmo loco/
    en el latir del corazón! 

Autor: Juan C. L. Rojas

viernes, 6 de noviembre de 2009

Nace Eros


Cuando estás conmigo
    nace Eros.
Espolea el desasosiego
      en el esplendor fervoroso de la carne.

Deshojo las magnolias de tu piel.

Atrapo en el aire el zumo fugaz de lo furtivo
     mientras galopan desbocadas
         las tibias olas de mis venas.

Estalla el regocijo/    muere el corazón...
¡Qué bueno es morir
     en la ternura de tus brazos!

Cuando estoy contigo nace Eros/
El espíritu se anuda en el amor
     y bebo estrellas que titilan en mi cuerpo.

Debes marcharte      lo comprendo.
Pueril anhelo el mío...
     ¡Detener golondrinas!

No importa dónde
     en cualquier lejanía
         te visitará mi duende intrépido/
con la antorcha ansiosa del amor.

No importa la noche que te cubra/
     sentirás mis manos deslizarse
         en las cálidas playas del pubis.

Te rozarán mis labios/
     subiendo la curva placentera de tu pecho/
         y en tus oídos la declamación del cielo
             en el feliz delirio de tus sueños.

Estaré en ti/
     encendiendo lo perenne
de que vive el Universo.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

martes, 6 de octubre de 2009

Puente inalcanzable

¡Ah, que hubieras pasado solamente!
¡Lejos!
Sobre un puente inalcanzable.
Que sólo te hubiese admirado/
mas yo distante
aunque tus caricias
llegaran a mi frente.
...Hubiese sido acaso
gloria amanecida
y pronto olvido.
¡Sí!
¡Que no fueras!...
¡Que no latiera en mi corazón
tu ser
como un rítmico poemario!
¡Ay!
¡Entraste como una flecha
disparada desde el más tenso arco
y convertiste a mi sangre
en sísmico tembladeral de ríos!
Oh, razón de la locura...
De agridulce placer se condimenta
el loco corazón.
...Revolotean las abejas... indiferentes.
El dulce panal rebasa de miel.
La lluvia sacia al cántaro sediento.
Mas un temor oculto dice...
¡Que hubieras pasado solamente!
¡Lejos!
Sobre un puente... inalcanzable.

Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.