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lunes, 9 de diciembre de 2013

Cuando te vas


Envidio los lugares
    donde te lleva la tarde
        cuando se apaga en las penas
            mi alegre silbo que inspiras.

Te pienso/
cuando en la mesa del café
me impregna 
    el burdo sabor a melancolía/
aún sabiendo que en cada sorbo
    bebo tu grato recuerdo.

Arde en mi corazón la ansiedad impotente.
Quimeras.
Sueños.
Cambiar el destino.

Cuando ya aturdido me marcho/
y revientan en la vereda
    los ojos ciegos de mis pies/
viene a mi
    el cielo de las caricias robadas
        y abres en mi pecho
(no sé si sabes)
    una pena y una flor.

Pudiera yo
cocer en el vino amargo
    la dura cerviz del delirio.
Pudiera el amor
    romper las murallas del tedio/
abrir ventanas
    de soles y dichas
para que auyenten 
    a estas tormentas del alma.

Cuando me envuelve la noche
    en esta mendicidad resignada
me regala generosa
    el poder de soñarte...
¡Que habrá un mañana
   me cuenta  
de esplendoroso cielo
    que cantará nuestro amor!

Autor: Juan C. L. Rojas

viernes, 10 de septiembre de 2010

Sombra trashumante


Si pudieses caer
    amarga sombra trashumante.
Si pudieses caer
bajo un solo redoble
    descociendo sin piedad
        las hebras cansadas de mi pecho.

Si pudieses amasar
    sediento fuego del amor
        las glorias mezquinas de la muerte.

Hoy sin embargo
florece en los ojos
    este arcano desvivir de los pasos
cuando se cala en la piedra
    la estúpida obsesión de los sueños.

¡Sumen!    ¡Sumen!
    ¡Gravedad de los puñales!
¡Para fulminar como un rayo al sentimiento!

¡Sumen!    ¡Sume!
    ¡Heridas agudas del aire
         para desangrar estas penas
             y derramar en el desierto mi locura!

 Autor: Juan Carlos Luis Rojas

viernes, 27 de agosto de 2010

Oscuro abismo


Saldré... no sé/
    del oscuro abismo del alma
        levantando roídos huesos del espíritu...
Pondré nuevos pasos al corazón/
    calzados blancos
        que pinten con sus huellas
            la sangre ennegrecida.

Pondré otros pétalos
    a los ojos    de sí desconocidos...
        enarbolados del lodo/
de la mentira inconciente
    que es seguir viviendo
        que es seguir amando
            que es seguir repartiendo
cobardía
    de amaneceres nuevos.

¿Podré avanzar    acaso
con el tembladeral
    oculto en la camisa
que descose
    diario botones de otoños
        sobre mi pecho duro...
que descuece
    amamantado sabor de placeres...
que rompen
    sabiduría falsa de viejos pudores?

Me planto aquí/
con el ceño adusto
consumado equilibrista
viejo artista
    de necias locuras.

¡Ay!
¿Saldré acaso
    de este cuenco oscuro
        y del dolor?

Autor: Juan C. L. Rojas

martes, 3 de agosto de 2010

Necesidad


Si acepto este silencio
    es para escuchar a tu corazón/
mientras descanzan sobre mi cabeza
    tus manos
        tus mejillas.

Si necesito este silencio
    es para escuchar tu voz/
que murmura
    no se qué tímidos sonidos.

Si quiero esta lluvia/
es para que se convierta
    en una muralla de libertad
        que nos oculte del mundo.

Si tengo esta melancolía/
es para desagitar la tristeza
    de saber que te irás.

Si necesitara la soledad/
no sería para estar solo/
sino para buscarte/
hallándote aquí/
dentro de mi pecho.

Autor: Juan C. L. Rojas

sábado, 19 de junio de 2010

Serenata en el ocaso

Pierdo otra vez
    esta batalla dolorosa
        donde desuela
    el campo crujiente de mi pecho/
donde bailan/
    las aspas cansadas de molinos y espejismos.

Es que avanzas sobre este erial
     y sobre este muelle palpitante
         donde clavas tu bandera/
para doblegar estos ojos/
         que caen/
para sentir
    las serenatas del amor.

Y me ganan tus besos
    con su victoria dulce sobre mi boca
        donde hieres/
            con una flor/
    justo en el desgarro
        de ocasos y despedidas.

Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.