Mostrando entradas con la etiqueta tristeza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tristeza. Mostrar todas las entradas

martes, 20 de marzo de 2012

No hay adiós


No permitas/
que la humedad de la tristeza
    ascienda/   
por los capilares dolidos del alma.

No permitas que te entristezca
    la palabra cortante del adiós...
porque no hay adiós.

El amor
    siempre ronda el mundo
        en la fresca sintonia del espíritu.
Ese amor
    no sabe/
de dioses ególatras
    ni de caminos perdidos.

A partir de ahora/
a partir de hoy/
pon en tus manos las flores
    que generosas se inclinan a tu paso.
No dejes marchitarse
    la emoción valiente de la espera.
Dale una sonrisa
    aromada de tu luz
        al verdor de los anhelos.
Observa/
La vida es una aventura
    de paisajes infinitos/
Aunque pueden    a veces
sus follajes
herir al corazón.

¿Sientes la melancolía de violines
    que se mecen en el pecho?...
Yo también siento/
Dame entoces
    el placer de redoblar/
esta apuesta tambaleante
    de gorriones.

¡Suelta ahora!...
¡Suelta bajo tus pies
    esas semillas vacilantes del amor!
Recogerás los frutos/
Donde sea que vayas.
Donde sea que vuelvas.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 31 de julio de 2011

Ronda una tristeza


Hay una tristeza oscura
    que ronda este silencio/
Y sus hombros se resignan...
    como se resigna la tierra 
        bajo el cielo de las lluvias.

Hay una tristeza que encierra
    la voz callada de los gritos/
del amor/
    sin matriz para la luz.

Ronda una tristeza que respiran
    jilgueros acallados/
Tristeza de los labios
    sin la plenitud tranquila de los besos/
del cariño
    sin las manos del abrazo/
de la distancia
    en la cripta de signos olvidados.
Perfuma los rostros
    el humo azul
        quemado en nuestros pechos/
cuando clava el tiempo
    su puñal
        marcador de la partida/
Cuando deja    /inconclusa/
    la furtiva sed de la pasión. 

Autor: Juan C. L. Rojas

martes, 3 de agosto de 2010

Necesidad


Si acepto este silencio
    es para escuchar a tu corazón/
mientras descanzan sobre mi cabeza
    tus manos
        tus mejillas.

Si necesito este silencio
    es para escuchar tu voz/
que murmura
    no se qué tímidos sonidos.

Si quiero esta lluvia/
es para que se convierta
    en una muralla de libertad
        que nos oculte del mundo.

Si tengo esta melancolía/
es para desagitar la tristeza
    de saber que te irás.

Si necesitara la soledad/
no sería para estar solo/
sino para buscarte/
hallándote aquí/
dentro de mi pecho.

Autor: Juan C. L. Rojas

sábado, 21 de noviembre de 2009

Meteoros del mal

Desasosiego de estrellas
    cunde/
en el cosmos invisible del alma.

Desorbitados mundos
    ruedan/
hacia un confín
    donde nuevos cielos estallan.  

¿Podrán los meteoros del mal
    jaquear al amor?

¿Cómo licuar este fuego
    en el lago sereno
        donde sucumben los astros?

Lejana aún    la primavera
y ya el alma florece
    de alas y verdores.

Pero es el dolor de lo trunco
    lo que petrifica la sangre
lo que destruye una sonrisa
    con el peso muerto de la tristeza.

¡Oh    esta causa mía/    enarbolada!...
¿Audacia del espíritu
    o ilusión del sentimiento?

¡Oh    este impulso del instinto
de asaltar
los íntimos rincones
    donde te adoran los dioses!

Si comprendieras
que mi primavera es toda sombra/
    ...que encerrada en tu amor
        está la luz.

Autor: Juan C. L. Rojas

lunes, 2 de noviembre de 2009

Huída

Me voy/
           huyo/
                  desaparezco/
Me hundo en el invierno
   para aplacar
      estas llamas de mi destierro.

No estás/
   y se abre
      esta marca candente en mis huesos
la absoluta posibilidad del dolor/
lo cierto de la abrupta distancia
   entre tu piel y mis manos/
para que sin piedad
   prueben mis sentidos la ausencia/
      que amalgama de tristeza
         a nuestro andar.

Esta huída/
   es un cantar desesperado
      bajo el pecho/
es un silbo
   de hipócritas alegrías
      para disimular este sueño/
con la vergüenza de una flor
   ya    casi marchita.

Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.