Canto azul del amante
En un puño lleva
Envejecer en juventud
que se vierte en las horas/
con destellos escondidos
de festivas alboradas.
En un puño lleva
la felicidad de un sueño
y en el otro
tristezas infinitas.
Cunden impotencias
de alegrías que se truncan/
abruptas/
sobre el corazón cansado.
Envejecer en juventud
es la consigna/
con una bandera a cuestas
de obcecadas esperanzas.
Suelen quedar melancolías
tras el café que se esfuma
y la ironía de la lluvia
que empapa de nostalgias.
Es por el amor/
que este ser resigna
epopeyas de auroras/
y es por el amor/
que puede cantarte
el sentimiento de su piel
y de su sangre.
Navego en el recuerdo de esta luz
que me exilia del mundo
para dormirme
en el laurel soñado de tu cuerpo/
para ver que nuestras sombras...
mutuas deambulan
y se encuentran
para estrecharse
en el rincón fugaz
de los abrazos.
Se arrebujan las fragancias/
de estas flores ardientes
en los continentes desesperados
del amor.
Me dejo caer
como libre plumón
de ave en cenizas.
Arranco el corazón
y las alas de un sueño.
Arranco esta voz de Romeo
y susurros dolientes.
Arranco este sentir
que sigue aún
latiendo en la piel.
Me dejo caer
ahora
como plumón sin dueño/
despojado
del aliento
y del llanto.
Autor: Juan C. L. Rojas
Cada vez que vuelvo a tu blog me encuentro con una grata sorpresa. Fluyen tus letras y abren el día... o la tarde que se acuesta.
ResponderEliminarGracias querido amigo del alma.
Besos.
Gracias Rose. Un privilegio tu participación.
ResponderEliminarUn beso.
Dejarse caer a veces es lo único que podemos hacer.
ResponderEliminarBellos versos los suyos.
Lo abrazo.
M.
Concuerdo con el último comentario.
ResponderEliminarEs un poema muy sentido el que escribiste. Me gusto mucho!
Precioso, grato leerte. Un abrazo
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