Canto azul del amante
En un puño lleva
Envejecer en juventud
que se vierte en las horas/
con destellos escondidos
de festivas alboradas.
En un puño lleva
la felicidad de un sueño
y en el otro
tristezas infinitas.
Cunden impotencias
de alegrías que se truncan/
abruptas/
sobre el corazón cansado.
Envejecer en juventud
es la consigna/
con una bandera a cuestas
de obcecadas esperanzas.
Suelen quedar melancolías
tras el café que se esfuma
y la ironía de la lluvia
que empapa de nostalgias.
Es por el amor/
que este ser resigna
epopeyas de auroras/
y es por el amor/
que puede cantarte
el sentimiento de su piel
y de su sangre.
Navego en el recuerdo de esta luz
que me exilia del mundo
para dormirme
en el laurel soñado de tu cuerpo/
para ver que nuestras sombras...
mutuas deambulan
y se encuentran
para estrecharse
en el rincón fugaz
de los abrazos.
Se arrebujan las fragancias/
de estas flores ardientes
en los continentes desesperados
del amor.
Me dejo caer
como libre plumón
de ave en cenizas.
Arranco el corazón
y las alas de un sueño.
Arranco esta voz de Romeo
y susurros dolientes.
Arranco este sentir
que sigue aún
latiendo en la piel.
Me dejo caer
ahora
como plumón sin dueño/
despojado
del aliento
y del llanto.
Autor: Juan C. L. Rojas