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lunes, 3 de marzo de 2014

La tarde cómplice

Se encendió en crepúsculo la tarde
    cuando ya no estabas
y en tropiezo de sombras
    sucumbí a tu ausencia. 

Rodó la tarde en pasillos largos
    túneles de oscuridades quietas...
        y me habló con su voz silente. 

Desde sus banderolas
    los salones me espiaron discretos...
        y entre tanto
            de ti me habló la tarde
        desde su corazón misterioso    al mío.

Cayó mi sombra cabizbaja/
mis brazos rendidos/
mi rostro en bandejas
    de fríos pasamanos/
Metales hirientes
    de brumosas escaleras.

En sollozos    sordos
    confundí
        una voz rumorosa...

Resignada a la noche
la tarde cómplice
    consoló mi quimera
        acarició mi esperanza. 

¡Oh, esperar de nuevo!...
¡Un día siguiente
    para los besos rescatados!
¡Para liberar en júbilo
    a nuestros prisioneros esplendores! 

Autor: Juan Carlos Luis Rojas


miércoles, 2 de febrero de 2011

Lo imposible

Que puedo hacer/
    cuando no estás       amor
cuando se desmoronan del barranco
    las silvestres flores de mi espíritu.

Incierta lumbre dime/
¿que puedo hacer/
si cataratas de sombras
    cortan de mis ojos
        la luz cansada del camino?

¿Que puedo hacer/
cuando la esperanza
    perdida en el horizonte
solo avienta cenizas/
    de un sol que muere?

No sé/
en que ventana te escondes/
en que mirada/
ni cual es el brillo verdadero
    de tu omnipresencia esplendente.

Me subes al aire de la ansiedad
me cuelgas en las estrellas/
allá te espero
    en sueños de bohemias y locuras.

¿Sabes?
    ¡Me marcho
        con las alas que me distes
            quemadas de emociones!

¡Siento que sentencio lo absoluto
    y tiembla
        el agrio escozor de lo imposible!

Autor: Juan C. L. Rojas

jueves, 11 de noviembre de 2010

La tarde cómplice

Se encendió en crepúsculo la tarde
    cuando ya no estabas
y en tropiezo de sombras
    sucumbí a tu ausencia.


Rodó la tarde en pasillos largos
    túneles de oscuridades quietas...
        y me habló con su voz silente.


Desde sus banderolas
    los salones me espiaron discretos...
        y entre tanto
            de ti me habló la tarde
        desde su corazón misterioso    al mío.


Cayó mi sombra cabizbaja/
mis brazos rendidos/
mi rostro en bandejas
    de fríos pasamanos/
Metales hirientes
    de brumosas escaleras.


En sollozos    sordos
    confundí
        una voz rumorosa...


Resignada a la noche
la tarde cómplice
    consoló mi quimera
        acarició mi esperanza.


¡Oh, esperar de nuevo!...
¡Un día siguiente
    para los besos rescatados!
¡Para liberar en júbilo
    a nuestros prisioneros esplendores!


Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.