Hay una tristeza oscura
que ronda este silencio/
Y sus hombros se resignan...
como se resigna la tierra
bajo el cielo de las lluvias.
Hay una tristeza que encierra
la voz callada de los gritos/
del amor/
sin matriz para la luz.
Ronda una tristeza que respiran
jilgueros acallados/
Tristeza de los labios
sin la plenitud tranquila de los besos/
del cariño
sin las manos del abrazo/
de la distancia
en la cripta de signos olvidados.
Perfuma los rostros
el humo azul
quemado en nuestros pechos/
cuando clava el tiempo
su puñal
marcador de la partida/
Cuando deja /inconclusa/
la furtiva sed de la pasión.
Autor: Juan C. L. Rojas
Y sus hombros se resignan...
como se resigna la tierra
bajo el cielo de las lluvias.
Hay una tristeza que encierra
la voz callada de los gritos/
del amor/
sin matriz para la luz.
Ronda una tristeza que respiran
jilgueros acallados/
Tristeza de los labios
sin la plenitud tranquila de los besos/
del cariño
sin las manos del abrazo/
de la distancia
en la cripta de signos olvidados.
Perfuma los rostros
el humo azul
quemado en nuestros pechos/
cuando clava el tiempo
su puñal
marcador de la partida/
Cuando deja /inconclusa/
la furtiva sed de la pasión.
Autor: Juan C. L. Rojas