Saldré... no sé/
del oscuro abismo del alma
levantando roídos huesos del espíritu...
Pondré nuevos pasos al corazón/
calzados blancos
que pinten con sus huellas
la sangre ennegrecida.
Pondré otros pétalos
a los ojos de sí desconocidos...
enarbolados del lodo/
de la mentira inconciente
que es seguir viviendo
que es seguir amando
que es seguir repartiendo
cobardía
de amaneceres nuevos.
¿Podré avanzar acaso
con el tembladeral
oculto en la camisa
que descose
diario botones de otoños
sobre mi pecho duro...
que descuece
amamantado sabor de placeres...
que rompen
sabiduría falsa de viejos pudores?
Me planto aquí/
con el ceño adusto
consumado equilibrista
viejo artista
de necias locuras.
¡Ay!
¿Saldré acaso
de este cuenco oscuro
y del dolor?
Autor: Juan C. L. Rojas