Mostrando entradas con la etiqueta cuerdas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuerdas. Mostrar todas las entradas

domingo, 9 de marzo de 2014

Musical

Fueron nuestros días
    subrepticio canto del silencio.
Ronda de celestes sonoridades.
Completo programa de un concierto
    de humildes himnos/
        cantos/
            e ignoradas tragedias bajo la piel
                acrisolando el alma.

¡Y es así     como suena la vida!
Este estanque en el Universo/
    donde reverberan los ecos
         de brillantes soles/
             nubosos horizontes.

Agradezco tus    sonrisas
    (aunque abemoladas)
pasaron el riesgo de las cuerdas
    que más no se pudo tensar.

Agradezco a tus manos/
Fortalecieron los bastiones de mi espíritu.
Este espíritu que envuelve
    a un ángel veleidoso
que transmuta en aire de palabras
    esta dicha sufriente de vivir.

Llevo en el diapasón de mis huesos
    tu corazón
su pianissimo acorde
    que sonó sobre mi piel
        cuando aletargaba
            sus    espacios    de suspiros.

Que me miren tus ojos...
que ya los míos...
tranquilos
    en este prolongado calderón...
que no dice
    cuál es el compás que sigue/
    cuál el que empieza/

Podré ejecutar
    en un rincón     tal vez
        este mordiente chispeante de mis ojos/
Se notará/
    en la sonoridad rallentada de violines.

En el fondo de esta sala de armonías/
    ya se dieron a silencio
        las cajas oscuras de los bajos/
sólo el aire vacío suena
    de las gaitas distendidas.

¿Ves/ oís/
    la campanilla suave de mi sonrisa
        que atornilla el aire
            para calmar tus ojos
                y la ansiedad dolorosa de tu pecho?
¡Mira, no son culpas
    estos golpes de timbales en nuestros oídos!
Sólo    son    sones/
que tañen
    los duendes musicales del aire.

Oye, es imposible parar
    este concierto beethoveniano.
        Golpes violentos del amor.
...el silencio también es música/
música que fluye
cósmica y terrena
    en la voz profunda del alma.

...Miremos el arroyo
este sinuoso devenir del tiempo...
nada más, percibamos
    el perfume abrillantado
en estas notas del concierto.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas


viernes, 31 de enero de 2014

Cintura de guitarra


¡Oh, anaranjado estallar de soles amanecidos
   que se rompen/
      en la luna dilatada de aquellos ojos!...
que trepan/
   las quebradas pedregosas
      de mi espíritu...

Duende íntimo que abraza
   suavemente/
      su cintura de guitarra...
y mi guitarra cela/
   hoy no canta/
      llora.

Oh, guitarra/ ciega/   ¡No puedes!...
¿No quieres acaso?

   ...Yo sí quiero
enhebrar en melodías
   la musa dulce de su amor.

¡Oh, bordonas y tristes cantarinas!
¡No decaigan hoy
   escoltas reticentes!
Como en aquellas noches de nostalgias
   ¡yo quiero aún, cuerdas,
      vuestro bálsamo sonoro!
¡No llores guitarra, sueña!
   ¡Sueña guitarra, sueña!

La opulencia del sentir
   engorda
      los latidos de estas notas.
¡Canta, guitarra, canta!
...No olvidan las manos de mi ser
   el pozo erótico de sus curvas
      donde aún
         ensamblo mi pasión.

...y duermen los párpados/
   al vibrar
      la cuerda oscura de mi voz
         porque sienten/
            revenidos timbres    y luces
               en los arpegios de su alma.

¡No llores guitarra, sueña!
¡Canta guitarra, canta!

Autor: Juan C. L. Rojas

sábado, 16 de enero de 2010

Cuando estás en el aire

Ardiente comisura de luz
    tus ojos entristecidos/
...¿O es que caen
    de amor
        de sueños imposibles?

A veces estás en el aire...
y es para olvidar, lo sé
    las notas de mis ojos/
mis manos/
y el formón incisivo de mi voz.

Cuando estás en el aire
    /imprevisible/
yo suelto cuerdas de seda/
libero barriletes llameantes...
Yo sé que entonces    
    escapan
        algunas golondrinas de nuestra sangre.
También
    sé que habrán de volver.

Estás  en el aire cuando vuelas de deseos/
    y la tumultuosa fecundidad
        se aborta
            en cerrados callejones del entorno.


Estás en el aire
    a veces
mas yo en incendio bajo este mar gris/
    esperando picos de gaviotas/
        que me eleven
hasta el espacio bello
    en que te abrazo. 

Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.