"Siempre, te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre
borrando estátuas"
P. Neruda
Como la verdad eterna
de fantasmas desapareciendo
así es tu sombra/
así es tu vida en mi vida.
En cada crepúsculo
cae el ancla del alma.
Se hunde pesada su cruz
cadena y péndulo
/mareándose/
en la turbiedad del mar.
En vano su locura
busca un peñasco
donde clavar su uña.
Arranca la greda profunda/
Solidez mentirosa del barro/
¡Imposible anclar a veces
y lograr la anhelada quietud!
La cubierta desolada
mira hacia el cielo.
Huyeron los goznes de acero/
y del marino capitán
lo ducho y la calma.
Más azules tornan las luces/
aún más
se opaca
el brillo vaporoso del agua/
y como un barquito de papel
navego en el torrente
/baldía el alma/
ebria y sin rumbo.
...Quizás la fuerza de una estrella
fulgure entre las nubes.
¿Será tal vez rutilante ilusión
y el manantial de mañana
tan sólo un sueño?
...En el ensueño suele a veces danzar
un remolino de lumbres/
y suele ser lo soñado
un estigma de luz
/un tizón ardiente/
para nuevamente encender
el sol de mañana.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
Un placer leerte son estupendos tus poemas, espero aprender de tan buen maestro.
ResponderEliminarBesos
Mari
Excelentes letras! llevan impresa el alma del poeta. Felicitaciones. Besitos.
ResponderEliminarEl Hada de tus Sueños