Me voy/
huyo/
desaparezco/
Me hundo en el invierno
para aplacar
estas llamas de mi destierro.
No estás/
y se abre
esta marca candente en mis huesos
la absoluta posibilidad del dolor/
lo cierto de la abrupta distancia
entre tu piel y mis manos/
para que sin piedad
prueben mis sentidos la ausencia/
que amalgama de tristeza
a nuestro andar.
Esta huída/
es un cantar desesperado
bajo el pecho/
es un silbo
de hipócritas alegrías
para disimular este sueño/
con la vergüenza de una flor
ya casi marchita.
Autor: Juan C. L. Rojas
No sé
desde dónde pende suicida/
esta techumbre
que se arruga sobre los ojos.
No sé hacia dónde se alargan
las raíces de estos huecos tristes
humedades ya secas/
que prestan la muleta falaz
del color de los retoños.
¿En qué lugar se encuentra
la tina fresca
para arrojar/
el pulso jadeante del alma?
¿De dónde nace
esta nota oscura
que canta la cuerda herida?
¡Ronda entre los puñales
la comprensión esquiva del mundo
y sobre el dolor
la verguenza del dolor!
¿Cómo revertir
la luz del gris ocaso?...
¿Cómo devolver al verde
el vuelo inerte
de la hoja marchita del otoño?
¡Quizás aparezca la estrella
tras la bruma!
/atizando/
esta casi ciega
caldera de vivir.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas