Fundidos el vino y la miel.
Se rompe/
el odre fermentado de la angustia.
A tu piel me vuelco....
me hechiza el placer
de hundirme en tus entrañas.
Me rescatas del abismo
en tu propio abismo.
En sublimado alcohol/
vuelo/
y es perderme aventurero
en las vértebras insondables del mar.
Es sacudir el polvo de mil caminos
en tu cabellera suave
derramada
entre tus pechos asomados.
Huyó la sombra del miedo
con la luz calma de tus ojos...
Ahora cruzo nuestra esencia
con las líneas insulsas
de mis versos.
Es la feliz hora fisionada
de mi hastío.
Son los golpes certeros
de tus caricias
la hora en que se funden las almas.
Y yo soy el vino...
tú la miel.
Autor: Juan C. L. Rojas
Se rompe/
el odre fermentado de la angustia.
A tu piel me vuelco....
me hechiza el placer
de hundirme en tus entrañas.
Me rescatas del abismo
en tu propio abismo.
En sublimado alcohol/
vuelo/
y es perderme aventurero
en las vértebras insondables del mar.
Es sacudir el polvo de mil caminos
en tu cabellera suave
derramada
entre tus pechos asomados.
Huyó la sombra del miedo
con la luz calma de tus ojos...
Ahora cruzo nuestra esencia
con las líneas insulsas
de mis versos.
Es la feliz hora fisionada
de mi hastío.
Son los golpes certeros
de tus caricias
la hora en que se funden las almas.
Y yo soy el vino...
tú la miel.
Autor: Juan C. L. Rojas