Canción que huele a hogar
son tus manos.
Canción que suena
a luchas y refugios.
Letradas son/
de fríos
y auras otoñales.
Adalides/
que husmean la tristeza
de estos hombros.
Piel de lo profundo
que distiende la crispación
de mis propias manos.
Los ojos de sus dedos
planchan
el cuello de mi camisa.
Corrigen/
el descuido bohemio
de mi pelo.
Tal vez juegan a la ternura tus manos/
¿Será su juego
la esencia del amor?
Torpes son tus manos/
torpes de bellezas
cuando caen sobre mi espalda
levantando mi sonrisa.
Pabellones de universo las mías
que huelen a riachuelos
y a barro.
Hundidas semillas las tuyas
ocultas/
en el misterio de amar.
Sí surten alivio tus manos
a la transparencia azul
de mi aliento.
Frescas simientes
de abrevada tierra.
Canción que dulce suena.
Hiedra/
que sutil su piel bifurca
en las almas...
¡de estos!
mis muros sedientos.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas