sábado, 31 de marzo de 2012

Recordándote


Aves restallantes son/    Vivaces chispas/
   los recuerdos.
Centellas que ondulan mi alma/
Dibujan una estela de sueños
   que aún no alcanzan los cielos...
mas, ponen escabeles... y tronos
   en mi reino desmembrado.

Cae sedienta esta tarde
   con su pecho hueco.
Acaso la noche cuaje en sus astros
   la oscuridad calma del olvido.

Acaso el rocío
   vuelva a pegar/    en la carne/
la piel despellejada 
   de esta roca andante.
Pudiera esta noche volcar sus efluvios
   sepultando en muerte, pasado y futuro.
¡Pudiera una ráfaga de azul del aire/
   peinar mi pelo en discordia
      y alzarme
         a caminar con planetas errantes!

...y es un planeta mi pensamiento
   ...y vos
el centro gravitacional que circunda.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 25 de marzo de 2012

Senda de esperanza.



La esperanza todavía canta.

El péndulo inquieto del amor
   azora ríos
      de venas abatidas.

Sentimientos...
   sacudiendo cauces/   van...
      volverán verdecidos
   de vivo color/   volverán/
Aún rodando cuesta abajo
   volverán
      en sueños amanecidos.

Gratitud   reverencia
   enseñan las páginas
      del deleite vivido.

Traspiés/ en la contienda del deseo.
Esperanza derrotada
   y dos caminos
      virtud   resentimiento...
¡Retinto!
   ¡Cambiado color de mi senda!
Donde brotan celestes augurios
donde vive y sueña
   un ángel eterno.

¡Esperanza!/   ¡Casa inmutable!
   Virtual concreción del espíritu.
Horizonte renovado de perdidas batallas.
Esperanza que mueven mis manos
   mis dedos
      en el garabato feliz de mi pluma.

Esperanza obcecada
   que construye un jardín
aún
   donde
¡hasta las piedras estallaron!

Autor: Juan C. L. Rojas

jueves, 22 de marzo de 2012

Simple

No es/
   ni fortuita
      ni gratis
   la defección que siembra la indolencia del espíritu.
Tarde o temprano
   brotará la semilla de su mal.

Es porque no piensa con el corazón
   que el mundo cae en el raciocinio de su muerte.
Su necia picardía
   guarda el escrúpulo en los cofres del cinismo.

Todavía desierto de amor/
   fustiga sangre el andar de los hombres.
Se creen sabios/
y enseñan malabares a robots
   en el campo sideral de atónitas estrellas...
pero sus almas no saben volar.

Pareciera vano    finalmente
   el hechizo que nos brinda
      la floresta colorida en el desierto.

Es así/ que revuelto en penurias combativas
   danza este follaje amarillento/
de quien fue quitando verdores
   el hollín y la flama
      del ardiente vivir.

¡Pero es simple el remedio, sin embargo!...
¡Simple!
Como una gramilla extendida
   sobre la piel de la tierra.

Es sólo saber sentir/
   para comprender a las voces
      que suenan en estos ojos.

De toda esta...
   crudeza de la desidia
      me desahogo a veces mirando a los nidales/
   Donde los picos besan
      al amor
         vestido de plumones...
y veo a la lluvia/
   generosa/
      alimentando a la semilla.

También te miro/
y aunque nos crean en el altar de la locura
   deja que sea inseminada de estrellas
      la cuenca florecida de tu cuerpo.
Embriaga tu corazón de sentimientos/
   para que estalle
      en cada poro de tu piel/
para dulcificar    simplemente
    /como lo hacen tus ojos/
este ácimo pan
   que nos toca vivir.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

martes, 20 de marzo de 2012

No hay adiós


No permitas/
que la humedad de la tristeza
    ascienda/   
por los capilares dolidos del alma.

No permitas que te entristezca
    la palabra cortante del adiós...
porque no hay adiós.

El amor
    siempre ronda el mundo
        en la fresca sintonia del espíritu.
Ese amor
    no sabe/
de dioses ególatras
    ni de caminos perdidos.

A partir de ahora/
a partir de hoy/
pon en tus manos las flores
    que generosas se inclinan a tu paso.
No dejes marchitarse
    la emoción valiente de la espera.
Dale una sonrisa
    aromada de tu luz
        al verdor de los anhelos.
Observa/
La vida es una aventura
    de paisajes infinitos/
Aunque pueden    a veces
sus follajes
herir al corazón.

¿Sientes la melancolía de violines
    que se mecen en el pecho?...
Yo también siento/
Dame entoces
    el placer de redoblar/
esta apuesta tambaleante
    de gorriones.

¡Suelta ahora!...
¡Suelta bajo tus pies
    esas semillas vacilantes del amor!
Recogerás los frutos/
Donde sea que vayas.
Donde sea que vuelvas.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 11 de marzo de 2012

Qué soñará el amor


¡A dónde irá el amor
    cuando se aparta
        del fuego que consume!

¿A dónde sus manos
cuando no están
    sobre las manos...
aquellas     de verdad amadas?

¡Dónde estará su deleite/
    cuando estalla en un corazón
        su ausencia!
    ...Sus oídos
        oyendo otra voz     quizás
            otra risa.

¿Sabrá de olvidos el amor?
    ¿En qué pensará
        cuando sus codos
            están sobre otra mesa
                y el río del día
                    lo arrastra en su vorágine?

¡Oh, qué soñará...
    cuando mis sueños le sueñan!

Autor: Juan C. L. Rojas

Gracias a todos por vuestra generosidad en participar. Un abrazo.